Comentario de la obra teatral «Rancho»: Un puñado de palabras sin decir
Trinidad Vassia, Lucía Nocioni y Raúl Sánchez protagonizan una obra intimista en la que las relaciones familiares quedan ahogadas por la distancia cultural de los personajes. Dirige Julio Chávez. En la Sala Azucena Carmons del Teatro Real.
El espacio escénico y los personajes habitándolo parecen decir todo. Rancho, la obra que dirige Julio Chávez, es un trabajo sencillo, breve y de intensidad dramática en el que se luce el trío actoral.
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La historia que se va descubriendo a medida que los diálogos nacen y tratan de abrirse paso plantea una serie de secretos bien guardados que invalidan cualquier progreso en la acción y en las relaciones humanas. Clara, la dueña del departamento en zona acomodada de Buenos Aires, nació en el campo.
Ahora recibe la extraña visita de su hermano Tulio y Susana, hija de otra hermana.
La ambigüedad domina la escena. Han llegado y no hablan del problema. Solo el espectador conoce paulatinamente la trama de Rancho. Imposible tomar partido, tan distintas son las dos realidades que quedan expuestas en una habitación con dos camas.
De los secretos, pasan a algunos recuerdos. “Yo también tengo recuerdos”, dice Clara, el personaje de Lucía Nocioni. La actriz domina su energía hasta hacerla fluir en medio de los tonos amables y la paciencia contenida de Clara. El esfuerzo por comprender la desborda pero puede más la curiosidad por saber qué pasa con su hermano. Raúl Sánchez logra un personaje complejo, que no cae en el estereotipo. El hombre viene del campo y no sabe vivir de otra manera. Estupendo trabajo del actor que arma equipo con Trinidad Vassia. Ella es Susana, la sobrina huraña, a la sombra del tío y de un destino que no puede contar porque apenas entiende. Las actrices y el actor protagonizan una joyita teatral que plantea la dificultad de establecer vínculos genuinos cuando los sentimientos han quedado en algún lugar del pasado. El lenguaje manifiesta esos sentidos.
La gestualidad de los tres es elocuente. Además, está la palabra: el modo, la vitalidad cantarina de Clara, la torpeza incontrolable de Susana, la implosión de Tulio, medio lisiado, a contramano de su historia.
Rancho es una obra que se disfruta desde la primera palabra porque en una habitación se encuentran tres miembros de una familia, incapaces de compartir techo y comida.
Para ver
Rancho. Dirección: Julio Chávez. Con Trinidad Vassia, Lucía Nocioni y Raúl
BEATRIZ MOLINARI
Jueves 01 de agosto de 2019
vos.lavoz.com.ar