La polémica con el «Tigre Verón», sindicalismo y denuncia frustrada. Teatro y serie para Netflix. Budismo y la belleza de contemplar.
Hace una semana que escucho lo mismo”, cuenta Julio Chávez mientras posa para las fotos de la nota. Se refiere a María Callas cantando Norma de Vincenzo Bellini. “Escucho mucho Verdi también”. El lugar es propicio para la música. Hay ausencia de agitación. Es acogedor, cómodo, sobrio y luminoso. En la cocina una frase escrita en una pizarra -“Nam Miojo Rengue Kio” (Se escribe Kyo) remite a un mantra budista. Cuando Chávez compró esta casa en Palermo para instalar su taller de pintura y escultura –su otra veta artística- se encontró con ese mantra. Decidió dejarlo en el mismo lugar. Él también es budista.
Chávez es un hombre ocupado. Actúa, escribe y dirige obras de teatro, da clases de actuación, estudia, lee historia argentina y toma clases de yoga, entre otras actividades. Poco antes de emitirse el último capítulo de «El Tigre Verón» – su último y trascendente trabajo para Pol-Ka- recibió a NOTICIAS y se entregó a la charla.
Noticias: ¿Por qué decidió hacer «El Tigre Verón»?
Julio Chávez: Me pareció muy atractivo el arquetipo. Un sindicalista de la carne, el padre, el líder protector, el hombre que no tranza con sus principios. El vínculo con su hijo homosexual, donde los prejuicios los tiene el chico y no el padre. Prestarle humanidad a un personaje con tanta prensa era una jugada para mí y fue un gol. Un sindicalista le dijo a otro: “No te hagas el ‘Tigre’ Verón”. Hasta los sindicalistas usan al ‘Tigre’ como un arquetipo.
Noticias: Usted ya aclaró que se trataba de una ficción y que no representaba a ningún sindicalista en particular. De todos modos, ¿no pensó que podría molestar a algún dirigente?
Chávez: Si es por eso no hago más ficción. Un abogado me podría haber hecho juicio por “Farsantes”, un detective por “Epitafios”, un bailarín por “El Maestro”, un puntero por “El Puntero”. No me gusta construir ficción para estigmatizar ni criticar a nadie, sino para entender y para darle humanidad. Hay otros espacios para atacar y para denunciar.
Noticias: ¿Cómo reaccionó ante la denuncia que hizo Hugo Moyano contra usted y Adrián Suar por hacer una supuesta copia de su vida?
Chávez: Ante todo pedí disculpas. Qué interés tengo yo de ofender a Moyano o a cualquier ser humano. Entendí que no sabían de qué trataba el programa. Se anticiparon a dar por sentado algo que no era así.
Noticias: ¿Qué pasó con la denuncia? ¿Tuvo que declarar?
Chávez: Nunca recibí una citación ni nada de la Justicia. Fue una situación inédita para mí. Nunca me había pasado ni me gusta que me pase. Me obligó a pensar y a hablar desde mi oficio.
Noticias: ¿Lo llevaría a modificar su forma de trabajar o de elegir sus proyectos?
Chávez: No. Me hizo comprender y pensar. Es una ficción, sé lo que hago y el corazón que le pongo. Le presto mi humanidad y mis sentimientos a un personaje.
Noticias: Usted contó que observó sindicalistas, políticos y hasta un médico. Además de entrevistarse con un dirigente del gremio de la carne, leer libros sobre sindicalismo y ver videos del ’74, 2000 y 2012.
Chávez: Sí, porque al ‘Tigre’ Verón se lo encuentra en muchos espacios. Puede ser un fletero que trabaja hace años en una casa de fletes y cuida a sus muchachos. Mi padre tenía algo del ‘Tigre’. Era muy temperamental, donde no podía pensar ponía el puño, y era un padre muy afectivo. Yo también tengo algo del ‘Tigre’.
Noticias: ¿Qué tiene?
Chávez: No soy violento, pero podría serlo, soy actor y comprendo la violencia. Además, soy muy ocupado y fiel a mis principios y sé lo que es defender eso. Y tengo orgullo.
Noticias: El sindicalismo no es bien visto por la mayoría de la sociedad. ¿Con qué visión se quedó usted?
Chávez: Adoro y comprendo al ‘Tigre’ Verón. Responde a cuestiones éticas de su cultura y de su situación. Me siento muy agradecido, me permitió hacer escenas muy importantes para mí.
Noticias: ¿Su opinión sobre el sindicalismo no ha variado entonces?
Chávez: No tenía ninguna opinión, el programa no me pide opiniones. No es una reflexión sobre el sindicalismo, es la historia de un sindicalista que toma elementos arquetípicos de lo que se dice del sindicalismo. Y mi trabajo no es justificar lo que dice la gente. Mi apuesta es trascender incluso lo políticamente correcto y darle humanidad al rol.
Noticias: ¿Habrá «Tigre Verón 2»?
Chávez: Dicen que sí. En principio, ya me hablaron de empezar a grabar en febrero.
Noticias: ¿Cómo procesa las críticas?
Chávez: Cada vez las leo menos porque me afectan. También dejé las redes sociales, son muy brutales. Hay una barbarie muy particular y una anestesia grande, se naturalizan cosas que no son naturales. Tenemos el beneficio de criticar, de putear y ninguna obligación. No entiendo así al hombre. Me gusta pensar en la nobleza y la nobleza tiene obligaciones, no derechos.
Noticias: Usted es budista. ¿Cómo llegó al budismo?
Chávez: Por una amiga. Mi padre estaba enfermo de cáncer y la práctica fue un lugar de meditación para mí. Me acompañó. Yo estaba asustado y creía que no iba a poder con todo.
Noticias: Cuénteme sobre “Inés”, la obra que escribió y dirigió con Camila Mansilla. Es muy bella y conmovedora. (Camarín de las Musas, sábados y domingos).
Chávez: Tenía escritas tres obritas sobre gente adulta y con ese material construimos “Inés”. Le agregamos una protagonista, una actriz que interpretando “La voz humana” (monólogo de Jean Cocteau) es interrumpida en escena por una voz que, a través del teléfono, le pregunta “¿Quién sos?”. A partir de allí, se dedica a responder esa pregunta y encuentra su identidad observando el afecto entre sus padres. Es la satisfacción de contemplar, la contemplación de la belleza, del amor entre persona mayores. Y es nuestro homenaje al espectador amoroso.
Noticias: Le traslado la pregunta, ¿quién es usted?
Chávez: Soy un farsante. La ficción me salva de la verdad. No creo que un ser humano pueda decir de verdad quién es. Es una construcción, una historia que arma, podría ser muchas otras cosas.
Noticias: En algún momento se definió tímido, miedoso y muy rencoroso.
Chávez: Hoy cambiaría rencor por vulnerabilidad. Soy vulnerable frente a muchas cosas y tengo un oficio que lo pide. No estoy anestesiado y le deseo a la humanidad que no se anestesie. Sí estoy menos miedoso. Cuando pasa el tiempo, la cosa se pone más seria y los miedos son un poco infantiles. Cuando sentís que te estás acercando a una edad adulta empezás a perder el derecho a tener miedo.
Noticias: ¿Se siente grande?
Chávez: Me veo grande. A veces, cuando me miro al espejo, me da ganas de preguntarle al señor que me mira qué le pasa. Por suerte, tengo un oficio que me hace olvidar que somos mortales y que me conecta con la eternidad.
Noticias: ¿Cómo imagina el amor cuando sea más grande?
Chávez: Me siento más enamorado y preparado para el amor porque estoy más preparado para contemplarlo también. Y como bien dice Inés: “Y no por contemplarlo se es menos protagonista”.
Noticias: ¿Está por hacer cine?
Chávez: Iba, pero no. Tal vez haga una serie para Netflix el año próximo sobre unos curas salteños, pero no está cerrado todavía.
Noticias: Ahora lo espera el teatro.
Chávez: Sí, voy a hacer “Después de nosotros” con Alejandra Flechner, con dirección de Daniel Barone y producción de Adrián Suar y Nacho Laviaguerre. Estrenamos el 11 de enero en La Plaza. Es una obra que escribí con Camila Mansilla sobre una ex pareja que tiene un hijo con un retraso madurativo. Los dos aman al chico, pero tienen visiones diferentes sobre el futuro. Él quiere protegerlo, sabe que el mundo no lo va proteger cuando él ya no esté.
Por Cecilia Escola.
16-10-2019
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