«El Tigre Verón»: la estremecedora escena que interpretó Julio Chávez al manifestar su dolor por la muerte de un hijo.
En el quinto capítulo de la exitosa ficción de El Trece, el actor hace una interpretación única cuando debe recordar a su familiar recientemente fallecido.
Una tragedia inimaginable golpea al Tigre Verón en el quinto capítulo de la serie producida por PolKa. Juando (Esteban Masturini), el hijo menor del sindicalista, muere de manera traumática: ahorcado en su propia casa. Minutos antes del desenlace fatal, su padre lo encuentra inconsciente en el departamento donde vive y una vez en el hospital, el joven no pudo recuperarse del cruel ataque.
Miguel Verón (Julio Chávez) se derrumba, le flaquean las fuerzas, siente culpa por no haber podido conectar con él, por no haberlo entendido, por no haberlo abrazado lo suficiente. El sufrimiento se torna insoportable y el actor interpreta un momento estremecedor.
«No…no… esto no tiene sentido… no tiene sentido… no puede ser… criaturita… ¡ay!… no pude dejarlo entrar a este chiquito, no encontré la manera de hablar con él… Lo hice todo mal… ¡Ay que dolor!, ¡Ay que dolor Dios!, ¡Qué dolor señor…! No se aguanta…», repite una y otra vez, entre lágrimas, al lado del cajón de su hijo. Una escena única a la altura de las grandes actuaciones de un señor actor como Chávez.
Verón junto con su familia y sus fieles laderos no cejarán la búsqueda hasta dar con el responsable. Mientras tanto, el Chaqueño Morán (Manuel Callau) y su segundo, Norberto Satán Rodríguez (Roberto Vallejos) entienden que están en verdaderos problemas: su «enviado» ha cometido un error gravísimo y deberán apelar a cualquier recurso para evitar que El Tigre descubra la verdad.
El rodaje de los doce episodios se realizó íntegramente en locaciones exteriores, en distintos puntos de la capital y también de la provincia de Buenos Aires entre ellos Mataderos.
Miguel El Tigre Verón es un experimentado sindicalista, al frente de la UTCA (Unión de Trabajadores de la Carne), un gremio fuerte que ha consolidado su personería gracias a la capacidad de negociación de su líder. Pero lo suyo no es el diálogo ni la conciliación. Todo es presión, imposición y obligación. Su enorme poder, hasta ahora inquebrantable, amedrenta a aquellos empresarios que osan tomar medidas que perjudiquen a sus miles de afiliados. Cuando El Tigre interviene en un conflicto, el resultado siempre es favorable para los trabajadores.
Miguel no solo tiene enemigos externos, como El Chaqueño Morán (Callau), su histórico rival en el mundo patronal. Su sindicato es terreno de pujas internas por parte de adversarios que ansían quedarse con su puesto de poder. Las elecciones se avecinan y El Tripa Delfino es un candidato firme, que puede hacer mella a su (hasta ahora) indiscutida continuidad.
8 de Agosto 2019
Infobae.com