Julio Chávez acaba de regresar de una gira de un mes por España con El vestidor. Y pese a que la experiencia fue estimulante y me enseñó cosas del oficio, ya no veía la hora de volver: Viajar no es algo que me guste y expandirme afuera tampoco me preocupa -dice-. Soy de personalidad retraída. Además, creo que cada planta tiene su maceta.En la maceta de Julio, en el barrio de Recoleta, hay pinturas hechas por él, una variada selección de CD (de Elvis Presley a Tricky pasando por Diego Torres), varios libros de arte y un balcón lleno de plantas. No la paso mal aquí -dice-. Tengo actividad y campo para expandirme. Su actividad pasa por selectivos trabajos en TV (lo más reciente, Archivo negro), su larga relación teatral con El vestidor -por la que ganó el ACE y que se reestrena el viernes en La Plaza
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