La serie de suspenso, realizada en conjunto por Pol-Ka y HBO, desató elogios en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. El elenco incluye a figuras del peso de Julio Chávez, Cecilia Roth, Paola Krum, Antonio Birabent y Luis Luque.
Por Emanuel Respighi
El thriller policial-psicológico no es un género que suela ser transitado por la TV argentina. A la falta de antecedentes históricos y experiencia se le suma, como razón de su carencia, los altos costos de producción que requieren los programas en los que abundan los efectos especiales, la acción y un riguroso cuidado de la imagen para no perder el suspense de sus tramas. Sin embargo, hubo un programa que supo demostrar que la TV argentina está en condiciones técnicas y artísticas de llevar a la pantalla un ciclo que, por su calidad, tranquilamente podría pensarse como un producto made in USA… pero que paradójicamente nunca vio la luz en la TV abierta de aire argentina. Esa serie fue Epitafios, la primera ficción producida por HBO Olé Partners para Latinoamérica, realizada por Pol-Ka Producciones, que la cadena de TV por cable emitió para la región en 2004 y que luego llegó a Estados Unidos y a Europa. Desde hoy, la serie será emitida por Canal 13, en estreno absoluto para la TV abierta, todos los lunes y martes a las 22.30.
odos aquellos que no tuvieron oportunidad de verla, cuando hoy sintonicen el 13 se toparán con una serie muy diferente a las que suelen ver en la TV argentina. Antecedentes lejanos como Poliladron o Criminal no tienen punto de comparación con Epitafios, ni desde lo narrativo ni desde lo visual. Mucho menos desde el nivel de producción, que aquí se destaca como un recurso puesto al servicio de facilitar la construcción de una historia tan atrapante como misteriosa. Contando con un presupuesto millonario, la ficción con la que HBO inauguró su etapa de producción original en la región trascendió incluso este mercado y llegó a emitirse con excelentes críticas en Estados Unidos (fue la primera serie argentina en hacerlo) y en la señal europea de la cadena. Una impecable carta de presentación de la industria televisiva latinoamericana que ayudó al desarrollo posterior de su veta exportadora. De hecho, cuando en diciembre del 2005 Epitafios se emitió en Estados Unidos, la crítica de televisión del New York Times Alessandra Stanley calificó a la serie filmada íntegramente en Argentina como “un thriller con estilo oscuro, con mucho suspenso y con un toque de locura. Adictiva y difícil de resistir”.
Con un alto contenido dramático, producto de una trama cuyo misterio central se va resolviendo a cuentagotas hasta llegar hasta el esperado final, este thriller psicológico oscuro cuenta la historia de un ex policía buscando una razón para vivir y un asesino que ya encontró una razón para matar. Una historia donde el amor y la venganza se entrelazan en formas extrañas y crueles. Filmada en diversas locaciones de la ciudad de Buenos Aires, el ciclo de trece capítulos está protagonizado por Julio Chávez, Paola Krum, Antonio Birabent, Cecilia Roth, Luis Luque y David Masajnik, además de contar con las participaciones de Lito Cruz, Luis Machín, Atilio Pozzobón, Villanueva Cosse, Esther Goris, Jorge Marrale, Daniel Hendler y Fernando Peña, entre otros actores. Está escrita por los hermanos Walter y Marcelo Slavich, y dirigida “a cuatro manos” por Alberto Lecchi y Jorge Nisco.
¿Y la trama? Una serie de aberrantes crímenes sacude la serenidad de una ciudad ubicada en alguna parte del planeta. Ciertos indicios comunes en los homicidios conducen a los investigadores hacia la hipótesis de que el autor de las muertes es una única persona con sed de venganza. En todos los casos, el modus operandi del asesino se repite: los cuerpos mutilados son acompañados por distintos epitafios que, como única pista para atrapar al asesino, involucran a una serie de personas con un pasado en común. Un comisario, un ex oficial de policía y una psicóloga que estuvieron involucrados cinco años atrás con un suceso que por un error terminó con la muerte de cuatro estudiantes secuestrados por un profesor ya tienen sus lápidas escritas a sangre. Juntos, también, la llave para resolver un caso donde los fantasmas del pasado regresan de la mano de un asesino que pergeñó cada uno de los detalles de la venganza durante cinco años. Un policial de suspenso que hace honor al género.
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