Ella en mi cabeza – Julio Chavez

«Es como una voz omnipresente. Cada dos frases me dice lo que opina Laura sobre tal o cual cosa. ¿Se da cuenta? íEs como si la tuviera sentada arriba de su cabeza!». De esta manera, el doctor Klimovsky interpela a su paciente Adrián, un hombre que a sus cuarenta y tantos encuentra en Laura el objeto de su conflicto. Y cómo no serlo. Él y ella constituyen un matrimonio que, como todos o casi todos, atraviesa una crisis entre amores y odios. Una relación que se instala centralmente en la mente del protagonista y en la intervención del analista.

Él, ella y el otro yo se cruzan en el relato de una comedia adulta, que supo cautivar la atención de más de 150 mil espectadores desde su estreno en enero de 2005 en el paseo La Plaza, de Buenos Aires.

Se trata de «Ella en mi cabeza», la obra teatral que le permitió a Oscar Martínez dejar por un rato la actuación, asumir por primera vez su vocación de dramaturgo y ser responsable de la dirección de su propia creación. Julio Chávez (Adrián), Natalia Lobo (Laura) y Juan Leyrado (Klimovsky) conforman el trío actoral que pone en escena las idas y vueltas de la pareja.

VIVENCIAS

Como parte de una gira por diversas ciudades del interior del país, la pieza arribará mañana al escenario del Centro Cultural Provincial, a partir de las 21, luego de presentarse hoy en el Teatro 3 de Febrero de Paraná.

Las líneas de la trama se entrecruzan en una misma dirección. Adrián no puede vivir más con su mujer. Eso parecería estar claro, sin embargo tampoco puede vivir sin ella. Y éste es el embrollo que impera en la cabeza del protagonista. Cada día, inexorablemente, «Adrián asume lo que Klimovksy declama sin sorpresas como la simultaneidad de dos vivencias altamente contradictorias: el amor y el odio hacia la misma persona», apunta la producción del espectáculo distinguido con el premio ACE como Mejor Obra Nacional, y reconocido por la crítica especializada.

CUATRO PARA UN ÉXITO

Para la concreción de su primer trabajo como autor teatral, Martínez articula su propia experiencia actoral, sus aspiraciones como escritor, y el inteligente criterio que le permitió reunir en el escenario al notable Chávez (protagonista, en el cine de «Un oso rojo», «El custodio» y «Extraño», entre otros filmes; y en teatro de «La gaviota», «El vestidor» y «Fausto», por citar algunas obras) a Leyrado (quien también registra una prolífica trayectoria tanto sobre los escenarios como frente a las cámaras) y a Lobo, quien con su desempeño se entrega a una inteligente y divertida obra.

Ficha técnica