El estreno del primer episodio de la nueva temporada de la serie de Polka encuentra al sindicalista enfrentado a un nuevo y poderoso enemigo; está disponible en Flow desde este lunes y eltrece estrena un capítulo cada domingo.
En el último capítulo de la primera temporada de El Tigre Verón, el líder sindical terminaba en la cárcel, pero igual se lo veía confiado. En una jugada arriesgada, Miguel Verón (Julio Chávez) tomaba el lugar de su hijo Fabito (Marco Antonio Caponi) en prisión, previo arreglo con la fiscalía. No se derrumbaba su imperio gremial, era apenas un impasse. O eso creía. Porque en el debut de la continuación de la serie -que El Trece estrenó este domingo y que estará disponible en Flow desde este lunes-, El Tigre descubre que perdió poder y también reflejos, para enfrentarse a alguien que, no solo no le tiene miedo, sino que lo quiere ver caer para siempre.
Recién salido de la cárcel, Verón está dispuesto a recuperar el mando de su sindicato, pero para eso necesita que el interventor presente su informe final. Pero la noche previa, el letrado recibe la visita de Jorge “Yoryi” Alvarado (Luis Luque) y de su hermano “Bocha” (Lautaro Delgado Tymruk), que primero lo amenazan y después lo matan. Así, Yoryi intenta ocupar su lugar y, de esa manera, quedarse con el imperio construido por Verón.
El Tigre hace lo que mejor sabe, rodearse de sus incondicionales y copar la fiscalía con gritos, banderas, bombos y discurso motivador. Sin embargo, mientras él todavía se encuentra descolocado, sin poder leer la jugada del rival ni crear una estrategia, los Alvarado son implacables y gozan de la misma impunidad que el protagonista perdió. Por primera vez en su vida, Verón pierde su peso político y debe refugiarse en las bases para reconstruir desde ahí lo perdido. Eso siempre y cuando su salud se lo permita, porque su estadía en la cárcel le dejó secuelas que jugarán un papel fundamental en la toma de sus decisiones. También toma un rol protagónico en el laberíntico entramado de la historia Sergio (Claudio Da Passano), hermano de Verón pero también cercano a Yoryi, con quien trabajó en el pasado.
En cuanto a la vida familiar, Verón también debe afrontar algunas situaciones complicadas. Fabito dejó las drogas y ahora sigue el camino de la religión, lo que a lo largo de los siguientes capítulos le repercutirá en un problema moral. El resto de su círculo íntimo sigue firme, con Marina (Andrea Pietra) al mando. Quien todavía arrastra las secuelas de los sucesos ocurridos en la temporada anterior es Justina (Sofía Gala Castiglione), la hija de Verón, que transita la última etapa de su embarazo con algunos problemas, mientras se cuestiona el rol del padre (Diego Cremonesi) de su bebé, desaparecido en el final de la temporada anterior luego de conocerse la traición a su suegro.
En un camino que ya había comenzado en el último tercio de la primera entrega, el conflicto de esta segunda temporada de El Tigre Verón se sustenta en una compleja estructura de corrupción política, que ostenta un mayor nivel de violencia y de ajuste de cuentas que la temporada pasada. Ya el primer episodio da cuenta de la promesa de otros siete capítulos intensos, donde Verón no solamente tendrá que luchar por recuperar su lugar de líder, sino también cuidar su vida y la de su entorno en una lucha palmo a palmo contra el reloj y la muerte.
18 de octubre de 2021
Guillermo Courau
PARA LA NACION